Educación financiera ayuda al emprendimiento, a la salud mental y la formalidad laboral de las personas

Según investigaciones presentadas en el “Seminario de Educación Financiera: Cuánto se ha avanzado y el camino por recorrer”, organizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN) y la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), educar en el ámbito de finanzas aportaría al bienestar y a reducir inequidades en la sociedad.

Desde hace algunos años, conceptos como educación e inclusión financiera han ido tomando relevancia, formando parte del debate de especialistas a nivel global. A la par, es posible observar una oferta cada vez más amplia de productos financieros, disponibles para diversos segmentos de la población. Sin embargo, el acceso creciente no ha sido sinónimo de alfabetización en la materia, generando importantes brechas en conocimientos financieros en los diversos niveles socioeconómicos, educacionales y etarios.

Para conocer más sobre este panorama, se llevó a cabo el “Seminario de Educación Financiera: Cuánto se ha avanzado y el camino por recorrer”, donde fueron invitados José de Gregorio, decano FEN en la Universidad de Chile, José Manuel, presidente de ABIF, Patricio Valenzuela, académico de la Universidad de los Andes, Jaime Ruiz-Tagle, director ejecutivo de “Mi Barrio Financiero” y Verónica Frisancho, economista senior en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Según expuso Frisancho, una buena educación financiera puede incidir positivamente no solo en quien la recibe, sino también en su círculo más cercano. Así lo demostró un piloto sobre finanzas desarrollado en Perú, en el cual participaron alumnos y profesores con un resultado sorprendente: Incluso los padres -quienes no participaron en la instancia-, se vieron beneficiados, mostrando una reducción en la probabilidad de incumplimiento de pagos crediticios de 26%; aumentando además su puntaje de crédito en un 5%.

El aprendizaje financiero aporta en la salud mental de las personas, entregando bienestar para quienes no tienen que lidiar con deudas ni los problemas que puede arrastrar la informalidad laboral.

Por su parte, la exposición de Patricio Valenzuela, puso énfasis en cómo una proporción de pequeños negocios dependen del crédito informal, pidiendo prestado diaria o semanalmente, a tasas desmesuradamente altas. Esto puede conducir a un sobreendeudamiento permanente, deteriorando la salud mental de las personas. “Si tengo deuda de prestamistas informales, los conflictos en mi casa aumentan en 40%. Además, afecta mi calidad de sueño y seguridad, entre otros”, afirmó el experto.

Una correcta cultura financiera permite conocer y adentrarse en el mundo de la formalidad, accediendo de esta manera a créditos, oportunidades y beneficios. Un ejemplo de ello es la asistencia que proveen los Centros de Negocios SERCOTEC, los cuales apoyan a emprendedores que buscan nuevas fuentes de capital, aplacando la necesidad de acudir a préstamos no convencionales.

Una fuerte demanda por educación financiera

De acuerdo a datos de la OCDE, el nivel de educación financiera de los chilenos es bajo en comparación a otros países de la región. Solo el 28% de los encuestados en Chile supieron calcular el interés que genera una cuenta de ahorro en un año, dada la tasa de interés anual y el monto inicial de la inversión.

Sin embargo, existe cada vez más conciencia respecto de la importancia de tener nociones sobre cómo funciona la banca, los créditos y el ahorro.

El evento cerró con un debate de los expertos, donde participaron Carolina Besa del Banco Central, y Daniel García de la CMF, destacando la importancia de proyectos y plataformas como Mi Barrio Financiero (MBF), sumando a más actores y enfocado en segmentos como los adultos mayores y jóvenes.

“Una sociedad con más educación financiera y que conoce el uso de estos productos va a tener la capacidad de comprender cuándo hay malas iniciativas de políticas públicas, o cuando sufre intentos de fraude. Nuestro foco es que los habitantes de nuestro país, jóvenes y adultos mayores se puedan desenvolver en este siglo, a través de los beneficios que pueden entregar los productos financieros”, señaló José Manuel Mena, presidente de la ABIF.

Para revivir el seminario y las presentaciones, visita el siguiente enlace.