Lectura de foto: Ricardo Matte, gerente general de la ABIF; Pablo Granifo, director de la ABIF y presidente del Banco de Chile; Segismundo Schulin-Zeuthen, presidente de la ABIF; Mario Farren, superintendente de Bancos e Instituciones Financieras; Solange Berstein, gerente División Política Financiera del Banco Central; Mario Marcel, presidente del Banco Central; Joaquín Cortez, presidente de la CMF, y Luis Enrique Yarur, primer vicepresidente de la ABIF y presidente de BCI.
Por octava ocasión la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) ofreció un encuentro con especialistas para presentar el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central. Ante la presencia de alrededor de 150 ejecutivos del sector bancario y financiero nacional, junto con autoridades de gobierno, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, expuso el detalle del informe correspondiente al segundo semestre de 2018 y sus principales conclusiones.
El presidente de la ABIF, Segismundo Schulin-Zeuthen, destacó que ”el diagnóstico de la evolución del sistema financiero, así como la identificación de las potenciales fuentes de riesgo que el Banco Central visualiza son un importante aporte para nuestra industria”.
Además, el dirigente gremial se refirió a temas de suma relevancia para la industria, como la implementación de la Ley General de Bancos. En ese sentido, sostuvo que “el proyecto aprobado por el Congreso en octubre de este año constituye, sin lugar a dudas, un importante avance en materia de estándares regulatorios, principalmente en la actualización de requisitos de capital en línea con Basilea, así como de otros cambios”. Sin embargo, agregó que “la concreción exitosa de dichos cambios depende directamente del diseño y funcionamiento del nuevo esquema regulatorio y supervisor de la CMF”.
En segundo lugar, y tratando de recoger una preocupación recurrente de reguladores locales y extranjeros, así como de la industria, planteó su preocupación sobre cómo enfrentamos los desafíos asociados a los crecientes avances tecnológicos, “donde los servicios financieros y la diversidad de actores involucrados evolucionan de una manera impresionante, con los potenciales requerimientos de gestión que esto involucra”, señaló.
“Lo anterior plantea desafíos en distintos niveles: en primer lugar, a la industria, la que debe velar por servicios que capitalicen los beneficios de la tecnología, habida cuenta de los resguardos que esto debiera conllevar. Y en segundo lugar, a las autoridades, con una regulación que establezca reglas parejas a los distintos actores –ya sean bancarios o no bancarios- y que contribuyan también a fortalecer el desarrollo de la industria”, sentenció el ejecutivo.