Corresponde al depósito de una determinada cantidad de dinero a un banco, por un periodo determinado, el que genera intereses para quien deposita, siempre que éste no retire el dinero antes de la fecha a la que se ha comprometido.
Puede ser renovable -en el cual se reinvierte automáticamente el monto más los depósitos ganados al finalizar el plazo-, o no renovable, donde al final del período se devuelve el capital más los intereses ganados.